Preparación

Empezamos con este delicioso maridaje tan válido para personas vegetarianas como para el más apasionado de las barbacoas. Pero el auténtico guacamole mexicano se realiza tal cual lo mostramos.

Pelamos la cebolla y lavamos el tomate. Los picamos muy finos, lo más fino posible, que se vean pero que se note lo justo. Elegimos unos aguacates maduros que no estén demasiados duros para aplastarlos, además el sabor del aguacate maduro es mucho mejor. Una cosa es maduro y otra blando, debe ser un aguacate que no esté blando, la piel debe estar firme y que, al apretar con el dedo, se hunda ligeramente.

Cortamos los aguacate por la mitad hasta el hueso y giramos cada parte separando las dos mitades. Nos ayudamos de una cuchara para vaciar las dos partes y dejamos el hueso en la misma fuente donde vamos a poner el aguacate.

Aplastamos el aguacate con un tenedor de plástico o madera y en un bol de plástico. De esta forma evitamos la oxidación y conseguiremos una pasta más o menos irregular con tropezones. Añadimos el zumo de la lima directamente sobre el aguacate y seguimos aplastando.

De seguido, añadimos dos cucharadas de hojas de cilantro, si son muy grandes las troceamos con las manos. Mezclamos todo con el tomate y la cebolla que tenemos reservados y una pizca de sal. Esta parte es opcional, pero a continuación se pica el chile serrano muy fino.

Lo juntamos todo con una cuchara de madera con movimientos envolventes para no variar la textura irregular de nuestra salsa. Probamos por si es necesario añadir un poco más de picante y sal.

Presentamos en un bol con todos los nachos alrededor y una buena michelada. ¡Dale!

Fuente: Recetas de rechupete