Mitos sobre la sangría: es solo para el verano

Cada estación tiene su mejor versión para tomar sangría

¿Bebes cerveza sólo en verano? ¿Acaso el cava con el que brindas en Navidad no lo tomas lo más frío posible? No, y sí. ¿Hemos acertado? Pues con la sangría ocurre lo mismo. Si te gusta, ¿por qué limitar su consumo a una época determinada?

El prejuicio de que la sangría es sólo para el verano está muy relacionado con otro de los falsos mitos sobre esta bebida: la sangría es para turistas. En la época vacacional, el pack paella + sangría es uno de los reclamos de los chiringuitos de playa y de los restaurantes que pueblan los paseos marítimos.

La realidad, sin embargo, es que una sangría bien “Fresquita” siempre apetece. Nuestras variedades tinta y clarea están a la venta durante todo el año, para que disfrutes de ellas en festividades y eventos como Navidad, reuniones con amigos o aniversarios.

Una de las grandes ventajas de la sangría es que permite múltiples combinaciones para su elaboración. Como la fruta es uno de sus ingredientes fundamentales, podemos adaptarla a cada estación, utilizando frutas (y frutos) de temporada.

Así, en otoño podemos preparar sangría con manzanas, calabaza, granada (en zumo y con los granos enteros), arándanos, frambuesas…

La sangría de invierno puede llevar naranja, pera, higos, pasas, duraznos…

La primavera nos ofrece una gran variedad de posibilidades. Además del melocotón, ¿por qué no probar con albaricoques, nísperos, o incluso fresas?

Sea la estación que sea, la clave para elaborar una sangría deliciosa es utilizar ingredientes de primera calidad e, independientemente de la temperatura, tomarla siempre bien fría.

Y si no te apetece experimentar, con la sangría La Fresquita vas a acertar seguro.