Atrás han quedado los días de tomar el sol y disfrutar del calor del verano. Y es que iniciamos noviembre con mañanas frescas y noches más bien frías. Sustituimos las comidas refrescantes por otras que nos aporten algo más de calor al cuerpo. Ollas, cucharas de madera y hornos serán nuestros aliados en la cocina.
Y aunque ahora más que nunca lo que apetece es algo calentito, lo cierto es que hay una serie de platos que encajarán a la perfección con un buen vaso de sangría incluso durante el invierno. Si eres de los que disfruta de un buen vaso de sangría, no puedes perderte los siguientes platos.
Sopa de ajo
Sin duda, uno de los bocados más representativos del invierno de la gastronomía de nuestro país. A día de hoy es muy popular en el menú semanal de cualquier vivienda, pues nos permite aprovechar el pan duro del día anterior, a las que añadiremos ajos, pimentón y caldo de carne.
Comenzaremos calentando el aceite con el ajo. Una vez doradito, se retira y se rehogará un poco de jamón en él. En cuanto esté listo, añadiremos el pan cortado a rebanadas con un chorrito de aceite hasta que esté tostado, cuando le añadiremos el agua, ajos y la sal. Una vez esté hirviendo, bajamos el fuego y lo dejamos cocer durante 20 minutos.
Para acompañar el sabor fuerte de esta sopa es ideal una sangría de vino tinto, cuya frescura contrastará con lo caliente del plato.
Solomillo al queso azul
Acercándonos a la costa cantábrica nos podemos encontrar con un auténtico manjar: el Solomillo de Cantabria al queso, una receta contundente elaborada a base de queso azul y que podemos reproducir en nuestras cocinas.
Para prepararlo, pondremos queso (en Cantabria usan queso de Tresviso) y vino blanco en una sartén a fuego lento. Añadiremos nata líquida y pimienta, dejándolo cocer hasta que la salsa sea homogénea. Por otro lado, freiremos la carne vuelta y vuelta, salpimentándola durante el proceso.
Cuando esté al gusto del comensal, la serviremos con un buen vaso de sangría tinta, cuyo sabor se combina a la perfección con el de la carne.
Lasaña de lentejas
Lo cierto es que la sangría va muy bien con multitud de recetas, por lo que no queremos dejar pasar la oportunidad de proponeros un plato que hará las delicias de todo tipo de público. La lasaña vegetariana es un plato muy sabroso con una mezcla de sabores explosiva.
A la hora de cocinarla, saltearemos en una sartén la cebolla, calabacín y champiñones hasta que estén doradas. Entonces, añadiremos el medio apio y la zanahoria y removeremos durante unos minutos. Les seguirán las lentejas escurridas, tras lo que sazonaremos al gusto.
Por otro lado prepararemos una bechamel mientras colocamos las placas de lasaña en una fuente de horno. Es importante no olvidarnos poner una primera capa de tomate frito para evitar que se nos pegue a la fuente. Finalmente, iremos añadiendo la mezcla de verduras con las lentejas y la bechamel por capas y lo dejaremos 15 o 20 minutos al horno.
